domingo, 17 de julio de 2011

La Luna


Por Jaime Sabines
La luna se puede tomar a cucharadas
o como una cápsula cada dos horas.
Es buena como hipnótico y sedante
y también alivia
a los que se han intoxicado de filosofía
Un pedazo de luna en el bolsillo
es el mejor amuleto que la pata de conejo:
sirve para encontrar a quien se ama,
y para alejar a los médicos y las clínicas.
Se puede dar de postre a los niños
cuando no se han dormido,
y unas gotas de luna en los ojos de los ancianos
ayudan a bien morir


Pon una hoja tierna de la luna
debajo de tu almohada
y mirarás lo que quieras ver.
Lleva siempre un frasquito del aire de la luna
para cuando te ahogues,
y dale la llave de la luna
a los presos y a los desencantados.
Para los condenados a muerte
y para los condenados a vida
no hay mejor estimulante que la luna
en dosis precisas y controladas

Perdón


Y ella se pregunta cuándo llegará el momento en que esa persona se digne a perdonarla. Cuándo verá los esfuerzos que hace por llamar su atención y hacerle ver que no es tan mala persona.

Qué horrible ser tan amargo y crítico juez. Por más que ella se repite que no está tan mal, no le sale perdonar. ¿Cuándo será capaz de redimirse a sí misma? Quizá nunca lo sabrá.

The Graveyard Book


Escrito por Neil Gaiman, se trata definitivamente de uno de mis favoritos. Confieso que soy fan de la fantasía y el mundo que Gaiman crea para Bod es a mi parecer absolutamente cautivante.

Neil Gaiman es escritor de origen inglés y autor de historias que han sido llevadas al cine, como son "Coraline" y "Stardust". También ha apoyado a otros autores, como es el caso de Susana Clarke, autora de "Jonathan Strange y el Señor Norrell".

"Tha Grevayard Book" narra la historia de Nobody Owens, un pequeño que es adoptado por fantasmas en un cementerio y las experiencias del chico al ser criado por muertos, que quieren protegerlo de un extraño personaje que asesinó a la familia de Bod.

Es curioso: a mí en general no me encantan los cabos sueltos, empero en este libro se me hicieron de lo más aceptables. Cada capítulo narra un momento en particular de la vida de Bod: en cada capítulo él tiene una edad distinta. Y aunque salen muchos personajes y criaturas no de todos se explican sus orígenes o sus finales. 

Conforme se va avanzando a lo largo de la historia y regresa el misterioso hombre Jack, el asesino de la familia de Bod, se va convirtiendo en uno de esos libros que no se pueden soltar. Su narrativa es fluida y Gaiman es muy bueno creando personajes entrañables.

Yo lo leí en inglés, el idioma original, y la verdad no sé si se puede encontrar en español. Pero es un inglés muy entendible. La historia podría ser para niños aunque es excelente para adultos. No se trata de una historia complicada (como puede ser "American gods" del mismo autor) y es excelente para relajarse, particularmente cuando uno ha trabajado mucho o leído cosas muy complicadas.

Este libro para mí tiene un 10.

sábado, 16 de julio de 2011

Platonic Sex


Salgo, deben saberlo, con un hombre que es fanático de la cultura japonesa, sin ser tal cual un otaku. No se queda únicamente en el fanatismo absoluto por el anime, sino que de verdad le gusta todo lo que involucra Japón. Entiende que es una cultura totalmente distinta a lo que conocemos en Occidente y ha pasado unos días allá. Vive enamorado de Japón.

Soy una mujer curiosa, por lo que entender un poco más de las pasiones de mi hombre no es raro. Es precisamente por ello, que cuando la cuenta de Twitter @arteycultura ofreció regalar un libro de una autora japonesa, no dudé en hacer lo posible por ganarlo.

Así fue como cayó entre mis manos Platonic Sex escrito por Ai Iijima y publicado por Emecé. No fue mi primer encuentro con un texto de autor japonés, pues ya he leído algo del sonado Haruki Murakami (de quien prometo hablar pronto) así que algunas cosas no me causaron demasiado ruido. Supongo que también el salir con un fan de la cultura japonesa ayuda.

La historia versa sobre la vida y andanzas de Ai desde que se escapa de su casa a los 14 años hasta los veintitantos en que le ofrecen publicar el libro sobre su vida. Con una gran decadencia y narcisismo el libro para mí fue absolutamente impactante no tanto por la historia o la narrativa en sí --bastante pobre para mi gusto, puesto que se nota que la autora no es una escritora, sino que simplemente va plasmando recuerdos, incluyendo pedazos de diarios-- sino precisamente por la decadencia. Verán: yo estoy acostumbrada a la idea de que los japoneses son muy meticulosos, y antes todo muy disciplinados, con más orden en sus vidas de lo que normalmente tenemos nosotros. Así que enfrentarme de cierta formar a la Violetta de Xavier Velasco en versión japonesa fue algo inesperado. Por fortuna, lo que salva a mi parecer al personaje de Ai es que no es mezquina. Si bien es absolutamente narcisista y ególatra, nunca actúa por maldad o con el afán de perjudicar al prójimo. 

Eventualmente comprende, al reencontrarse con sus padres y leer el diario de su madre, todo el dolor que ha provocado a su familia con su vida como cabaretera, streaper, dama de compañía y finalmente actriz porno, y les ofrece disculpas, reiniciando tras muchos años una relación con sus padres.

Muy simplona, repito, en cuanto a narrativa y detalles, se me hace un acercamiento diferente a la cultura japonesa, no apto para quien no haya leído algo más venido de Japón,si no quiere prejuiciarse en cuanto a valores e ideales (sobre todo si son muy moralistas, en definitivo no es un libro para ustedes).

También recomiendo mucho que si lo empiezan, no lo suelten. Es un libro pequeño y si para algunos puede sonar a una versión muy light  y simplona de lo que Diablo Guardián, al final los puede sorprender. Además, es muy rápido de leer.

Si debo darle una calificación, lo dejo en un 8.

martes, 12 de julio de 2011

No podría


Despertar un buen día y ver que todo ha cambiado. No sólo un cuerpo herido, maltrecho, reconstruido. No sólo la inmovilidad que el recuperarse plenamente exige. Despertar en un hospital y no saber dónde estás. Y cada que pronuncio tu nombre no me dicen las cosas claramente. Hay que descansar.

No me oculten la verdad. Díganme qué pasó, díganme dónde estás. Tanta renuencia sólo me huele a que ha pasado lo peor. No me lo quiero imaginar, y nadie me lo quiere negar o confirmar. ¿Dónde estás? ¿Dónde estás? ¿Cómo estás? ¿Cuándo te veré?

Llegar a la idea de que ya no estás. De que ya no te veré. No, no podría. No sé si yo tendría la fuerza, la templanza, la paciencia, el valor necesario para afrontar una vida sin ti. No así. No arrancado de tajo y sin tiempo de despedidas.

Dios todo lo hace por un motivo.  Es de las pocas cosas que tengo claras en esta vida. Pero si yo estuviera en su lugar, no podría afrontarlo. Por fortuna, yo no soy ella. Ella siempre fue más alegre, más paciente, más madura que yo. Y él siempre fue animado, bondadoso y tierno. Confío que desde donde está la cuidará y la guiará.

Templanza, fortaleza. Cordura. Mis oraciones están con Liz. Porque Rodrigo ya descansa en paz y él ya está con Dios.

sábado, 9 de julio de 2011

Deseos de Lluvia

A veces quisiera fundirme con la lluvia, resbalándome por los vidrios y evaporándome cuando el sol salga de nuevo.

Alejarme de la realidad en vaho frío. Sentir la piel del resto del mundo, resbalando por cabellos, cuellos, mejillas... llegar al charco y bailar recibiendo a mis hermanas gotas; saltar exhaltada cuando alguien nos pisa o pasa un coche y nos impulsa a volar de nuevo.

A veces quisiera volar hacia las nubes y alejarme de este mundo tan banal que no se detiene a pensar en lo efímero de la vida de la lluvia. Esa lluvia que tanto nos tiene que decir.