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martes, 23 de agosto de 2011

Bibliotecas Digitales


Estamos en plena Era Digital. De ello no queda la más remota duda. Si acaso ustedes lo dudaran: ¡me están leyendo a través de una pantalla! Una vez establecido ello, hoy quiero platicarles de la digitalización de textos.

¿Cuántas bibliotecas digitales conocen? Y no, no me refiero única y exclusivamente a que puedan consultar el catálogo en línea, sino a que puedan consultar los textos vía la computadora. Yo, en lo personal, conozco muy pocas y es sólo porque soy bibliófila y prefiero el calor de un libro en mis manos, la textura de sus pastas y el dulce ronroneo del pasar las hojas susurrando en mis oídos mientras lleno mi cabeza de ideas.

Bibliotecas digitales como tal conozco dos El Proyecto Gutenberg y recientemente encontré gracias a una amiga ILCE. Ambos son acervos digitales de lecturas completas en línea. Podríamos decir que Scribd es una suerte de biblioteca digital, empero, siendo una red social cada usuario sube lo que desea así que lo mismo encontramos el libro completo que un resumen, un ensayo o una reseña.

De hecho, encuentro muy pocas bibliotecas digitales, lo que para muchos es una cosa curiosa: ¿por qué en estos momentos de digitalización los libros no están tan disponibles en versiones descargables? Sí, es cierto, existen infinidad, ¡alabadas sean!, de redes sociales dedicadas a la pasión por la lectura: Lecturalia, Librofilia, Literatura Nova entre otros. Miles de blogs dedicados a las reseñas y si acaso a los resúmenes.

Sé que existen muchos proyectos y que hay grandes esfuerzos por proyectos como @digitalesUNAM que están pasando a formato digital mucha Literatura (muy recomendable seguirlos en Twitter, por cierto). La verdad, ahora que lo he platicado con un querido profesor mío y otros dos compañeros de la escuela, el proceso de la digitalización es muy pesado. Por ello no me extraña que los profesores en la Facultad donde estudio prefieran dejar un montonal de copias para los alumnos a pasar sus textos a formato digital y subirlo a alguna página.

Es de mi interés en particular el que en vez de dedicarle un poco de tiempo a  crear un sencillo blog y subir ahí los textos y avisos, en particular para estudiantes a distancia y/o en sistema abierto, prefieran la labor de cargar con miles de hojas fotocopiadas. ¿A qué se debe?

Sí, es mucho trabajo la digitalización, particularmente si uno quiere que el texto sea verdaderamente legible y apto par ala lectura en línea. No es cosa de sólo escanear y ya, hay que dar formato y no todo el mundo tiene el tiempo y la paciencia (amén de los  conocimientos) para hacerlo, sin embargo siento que hay algo más detrás de la falta de bibliotecas digitales, particularmente para estudiantes como apoyo en su educación. Empero, reitero, estoy apenas empezando mis investigaciones al respecto.

No me había puesto a reflexionar al respecto porque, repito, como bibliófila que soy prefiero el libro en físico. Pero me pondré a buscar más bibliotecas digitales y las iré comentando con ustedes en un futuro. Si ustedes saben de alguna o cualquier proyecto que les interese que reseñe más adelante, no duden en mandarme el dato ya sea por Twitter o a mi correo vanessa.pugav@gmail.com. Seguro encontraremos cosas muy interesantes. Los mantendré informados.

De mientras, les recomiendo chequen las redes sociales ya recomendadas en este texto así como la biblioteca ILCE y el proyecto Gutenberg y compartan sus opiniones conmigo. ¡Nos seguimos leyendo!

martes, 24 de mayo de 2011

Silencio

"La comprensión exige silencio [...] La mente es prisionera de las palabras, si un ritmo les pertenece, es el ritmo desordenado de los pensamientos; por el contrario, el corazón respira, de todos los órganos, es el único que late, y es ese latido lo que le permite entrar en sintonía con pulsaciones más grandes"
~Susanna Tamaro~

La muchacha, atrapada de forma indeleble e insalvable, estaba en su mente, divagando. Había crecido en un mundo de palabras huecas. Sonreír y asentir. Callar la realidad. Todos evaden la realidad de algún modo. Durmiendo, conectándose a algún aparato (televisión, reproductor de música, computadora), escribiendo. Las palabras, decía ella, la salvaban. Pero de hecho la traicionaban. Empezó todo cuando escribió algo que el novio en turno, un muchacho que apenas la estaba conociendo, malinterpretó. Ahí se rompió todo. Sus palabras tenían sentido únicamente para ella. ¿Se estaba volviendo loca? Era una cuenta cuentos, una poetisa, una mujer letrada y literata, pero incomprendida. Siempre incomprendida. Porque nunca decía la verdad. ¿Hablar de sentimientos? Nunca. Eso no se hace, eso se evita. Hablar de sentimientos molesta a la gente que rodea. Silencio y mentira. 

La muchacha, atrapada de forma insalvable, atormentada día a día, se iba hundiendo. Depresión, le dicen los psicólogos. Drama y berrinche de adolescente, le dice su padre y a veces una que otra persona que le rodea. ¿Y si supieran la verdad? ¿Si supieran todo lo que siente, que ya no respira, que se ahoga? Es prisionera de la palabras y éstas la traicionan. Sabe hablar de paisajes y de risas, de sueños y fantasías, de poemas y líricas, de temas eruditos y filosóficos, incluso. ¿Pero del corazón? ¿De esas cosas que de verdad hay que saber? Gnosei Seauton: Conócete a ti mismo. ¿Cómo se hace eso, cuando te has evadido por toda una vida? ¿Cómo o por dónde empiezas a conocerte si siempre has dado una cara?

Buscaba las palabras para describirse y era imposible. La muchacha estaba segura de haber perdido ya la razón. Loca en plena juventud, una vida desperdiciada. Harta del ruido se fugó al cuarto más alto, la buhardilla, donde sólo se escuchaba la vida transitar lejos, como en un sueño. Poco a poco los ruidos se deslizaban como agua entre las manos. Un pajarillo cantaba escondido en algún rincón, en alguna viga que la muchacha no se molestó en hallar. Se sentó a contemplar la nada. Poner la mente en blanco. ¿Cómo se hace eso con una mente activa? Abrazó las piernas, pegadas a su pecho, sentada en el suelo. Las lágrimas empezaron a fluir y con ellas una canción, de esas que cantaba cuando solía ir a misa, cuando cantaba en un coro. Pero poco a poco las palabras se desvanecieron y se convirtieron en tonada; las lágrimas, en torrente incontenible. Una vida de llanto guardado fluía.  De forma estrepitosa, sentía cómo su cuerpo se convulsionaba entre suspiro y suspiro. Se ahogaba. No eran ya pensamientos, era como una película sin sonido. Una vida entera. Una vida de mentiras no dichas: mentiras en los silencios. Y era en el mismo silencio que las resarcía, no con el mundo sino con la persona más afectada de todas: con ella misma. Lloró hasta que las lágrimas llenaron el suelo. Lloró hasta ahogarse. 

Cuando finalmente dieron con ella, estaba sentada, con la cabeza recargada contra las rodillas, inerme. Una sonrisa, la primera y última que era sincera en ella, iluminaba su rostro pálido. En el silencio había hallado la libertad.

Compromiso


Se sienta junto a la ventana, toma el cuaderno y empieza a escribir. Tiene sueño y le duele la espalda, el trabajo ha sido pesado, pero no se queja, se alegra de tener trabajo. Sin embargo, hoy que descansa, se sienta tranquilamente junto a la ventana, con la pluma en una mano y el cuaderno en la otra y empieza a escribir. En general es feliz, aunque últimamente se ha sentido de lo más desubicada. Suspira, da un sorbo a su café, y redacta.

Te extraño. Hace mucho que no estoy contigo y ya me haces falta. Así que aquí estoy, tratando de alejar la distancia por medio de las palabras. Ya lo sé, eso de las cartas ya no se estila. ¿Para qué, si está el correo electrónico? Llámame anacrónica, pero nada como el papel en la mano y la tinta en los ojos. En fin, ya me desvié. Decía que te extraño. Tanto tiempo lejos de ti me hace daño. Es fácil decir que es normal: la vida,mi novio, el trabajo, los proyectos. ¿Pero para triunfar en la vida uno debe sacrificar las relaciones que más le importan, esas que alimentan el alma?

Me niego. Por eso estoy aquí, café en mano, dejando al mundo de lado. No se trata de huir, no me malentiendas, se trata de pasar un rato con esa persona que tanto quiero y que he dejado de lado tanto tiempo y tan fácil. Quererte... qué curioso que lo haga después de tantos años de conocerte. Te conocía, sabía que ahí estabas, pero ¿quererte? Creo que te subestimaba bastante. Claro, rutinas diarias, pendientes, amigos, familia... ¿dónde queda el tiempo para cultivar lo más importante? Es sencillo estar con una persona y darla por sentado y no quererla o darle el espacio que se merece. Así que prometo resarcirme contigo. Qué difícil, ¿te das cuenta? Pero de verdad, niña, te quiero y mucho. Así que no te dejaré de lado tanto  tiempo de nuevo ¿te parece bien? Hagamos un trato: yo te escribo y te consiento con detallitos y tú haces lo mismo.

Ahora sí, debo irme. Sí, ya lo adivinas. llegó mi novio por mí. Pero no te preocupes, porque la noche será sólo para ti, tendida en la cama. Tendrás toda mi atención hasta que te duermas. Y al día siguiente serás la primera persona con la que platique, la primera a la que salude. Más te vale estar sonriente ¿eh? Nada de quejas ni malos humores, no conmigo... aunque si llegas a estar de malas por supuesto que seré la que más fácil lo comprenda.

Ay, yo que me iba a despedir rápido, mi novio me espera. En fin... te veo al rato, en cualquier momento, en cualquier instante, en cualquier espejo o en los ojos de mi novio.

Besos

La joven se rió mientras doblaba el papel y lo guardaba en un sobre que se echó al bolsillo. Eso le hacía falta: un compromiso con ella misma. Quererse como nadie más la iba a querer jamás. Escribir, tomar café y escapar sólo con ella. Un pequeño escape.

Se levantó y fue hacia la puerta de entrada para abrazar a su novio y besarlo.

--¿Qué ta pasa, que traes la sonrisa pícara?

--Nada, sólo hablé con alguien a quien había dejado de lado.

--¿Ah, sí?

--Sí, creo que lo haré conf recuencia, me hacía falta.

Y sin decir más, tomó de la mano a su novio y caminó, tranquila, hacia la vida.