martes, 31 de mayo de 2011

Presa de las palabras


Hoy cayeron palabras del cielo. Por algún motivo la gente se espantó y salió corriendo a refugiarse. Pero yo preferí estar ahí, donde las letras se dejaban ir, cautivadas por la gravedad, seduciendo a los pocos transeúntes que nos quedamos para recibirlas, con las mentes abiertas y sedientas.

Las palabras, traviesas, me incitaron a dejarlas llenarme de cabeza a pies con sus ideas, con sus rumores curiosos y sus insanidades. Y poco a poco me saturaron de tal forma que ahora no puedo evitar pensar. O escribir. O leer. No sé qué embrujo es éste. Pero tampoco me interesa romperlo. Estoy llena de palabras. Me sedujeron, las muy astutas, me hicieron suya. Porque las palabras no son mías. Soy yo, su amante y fiel servidora. Estoy cautiva, presa de las palabras. ¿A dónde me llevarán?

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